La Fundación CEMA ha presentado el pasado 29 de mayo en Valladolid la segunda actualización del informe realizado por el Instituto Cerdá “Reciclado y Valorización de Residuos en la Industria Cementera en España”, con los últimos datos sobre las cantidades de residuos valorizadas energéticamente en instalaciones integrales de producción de cemento. Este informe, según Dimas Vallina, Director Gerente de la Fundación CEMA, «es un observatorio permanente sobre la valorización de residuos en esta industria, con información detallada por comunidades autónomas y muestra la evolución registrada desde 2004. Se trata sin duda del trabajo más completo sobre la materia que se publica en España». El informe incluye además un análisis de las modificaciones de las Autorizaciones Ambientales Integradas que se han producido hasta el mes de diciembre de 2011.

En 2010 el sector cementero español utilizó 629.747 toneladas de combustibles alternativos, consiguiendo un ahorro energético semejante al consumo anual de más de 430.000 hogares. Según el informe, en el conjunto de España, la valorización de residuos supuso un 16% de sustitución energética respecto al consumo total de combustibles en las cementeras, lejos del 30% alcanzado este mismo año en Europa. La Comunidad Valenciana (199.729 toneladas), Cataluña (120.546 toneladas) y Andalucía (119.259 toneladas) son las tres comunidades españolas con mayores índices de valorización energética.

La valorización energética de biomasa en esta industria supuso un ahorro de 492.207 toneladas de CO2 en 2010, debido a la neutralidad de las emisiones de origen biogénico; lo que equivale a las emisiones de 164.000 coches en un año. «En 2011, esta cifra ha aumentado hasta los 750.000 toneladas, equivalente a una sustitución en energía del 21%, lo que equivale a ahorrar las emisiones de 250.000 coches, los que hay en una ciudad como León» explica Aniceto Zaragoza, Director General de Oficemen.

Durante el acto, los representantes sindicales de MCA-UGT, Saturnino Gil y FECOMA-CCOO, Santiago Cubero, han explicado la incidencia positiva de la valorización para el mantenimiento de un empleo de calidad y en relación a las garantías de seguridad y salud de esta práctica.

En este sentido, Miguel Hernández Moreno, del Instituto Cerdá, ha destacado la importancia de la comunicación para informar a la sociedad sobre la valorización energética: «los casos de éxito  que hemos estudiado, sobre todo en Estados Unidos, demuestran que los mejores resultados se han obtenido después de grandes inversiones en comunicación que han conseguido hacer llegar a la sociedad información objetiva sobre la valorización energética y de sus ventajas tanto económicas como medioambientales y, sobre todo, sobre la seguridad para la salud de este tipo de prácticas».

Jaime Fernández Horcajo, representante de la Junta de Castilla y León, ha resaltado la generación y gestión de residuos como «uno de los principales problemas de la sociedad». Fernández Horcajo ha destacado el trabajo de esta comunidad en línea a la normativa europea que considera el depósito en vertederos solo cuando no haya otra opción, «somos la primera comunidad que impone un impuesto a los residuos valorizables depositados en vertederos».

A nivel nacional, los combustibles alternativos con mayor aportación térmica durante el 2010 fueron los neumáticos fuera de uso, las harinas animales y el grupo de los disolventes, barnices, pinturas y mezclas. El uso de Combustible Derivado de Residuos (CDR) es uno de los que han experimentado mayores crecimientos. La valorización de este tipo de residuos evita su depósito en vertedero, facilitando a la sociedad una herramienta complementaria para su correcta gestión. Además de recuperar la energía que contienen, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero al sustituir combustibles fósiles por materiales que hubieran sido incinerados o abandonados en vertederos.