La industria cementera se consolida como un sector clave para el desarrollo de las infraestructuras y de la economía española, especialmente a nivel local. La contribución del sector a la riqueza del país por medio de impuestos, ha ido aumentando en los últimos años, hasta situarse por encima de los 81 millones de euros en 2022, de los cuales un 35% corresponden a impuestos autonómicos y/o locales. Cada fábrica aporta de media cada año más de 2,6 millones de € en concepto de impuestos.