Una de las principales palancas para lograr la descarbonización del sector, es la utilización de combustibles con contenido en biomasa, y por tanto neutros en cuanto a sus emisiones de CO2, en sustitución de los combustibles fósiles (normalmente coque de petróleo).

Como se puede observar en el gráfico, cada año las toneladas de emisiones evitadas van en aumento. Así, solo en 2022, se han ahorrado 1.158.407 toneladas de CO2, equivalentes a las emisiones necesarias para producir la electricidad consumida anualmente por 128 millones de smartphones.