Medio Ambiente

Trabajamos para hacer compatible el progreso económico y social con el respeto al medio ambiente.

Estamos comprometidos a operar responsablemente y buscamos reducir los impactos ambientales adversos de nuestras operaciones y productos.

Contribución a la conservación de la biodiversidad y el medio natural

La fabricación de cemento conlleva la extracción de materias primas naturales en canteras, lo que supone una importante afección sobre el medio natural por la alteración o modificación del hábitat en la fase de explotación.

Consciente de ello, la industria española del cemento apuesta por una gestión responsable de sus explotaciones mineras con el objetivo de optimizar el uso de los recursos naturales y reducir al mínimo sus impactos negativos.

También se trabaja para conseguir un impacto positivo e incluso contribuir a la conservación de la biodiversidad. Las canteras son un valioso hábitat para algunas especies protegidas, no sólo durante la restauración, sino también mientras están siendo explotadas.

En el año 2010 Fundación CEMA elaboró, con la colaboración de la Fundación Migres y la ayuda de la Fundación Biodiversidad, un manual en el que se pone de manifiesto que la explotación racional de los recursos es compatible con la conservación y la potenciación de un medio natural en el que puede mantenerse una calidad paisajística y un entorno de gran interés medioambiental.

Ahorro de emisiones de CO2 mediante el uso de combustibles alternativos

Con los residuos que no se pueden reciclar se elabora un combustible alternativo para la industria cementera, disminuyendo las emisiones de los gases de efecto invernadero.

Estos residuos sustituyen a combustibles fósiles, evitando sus emisiones directas de CO2, y también las indirectas, puesto que se evita el consumo energético de su obtención, transporte y molienda.

Muchos de estos residuos son biomasa (lodos de depuradora, harinas animales, residuos de madera…) o contienen biomasa (combustibles derivados de residuos municipales o industriales, neumáticos fuera de uso, etc.). La biomasa de estos residuos tiene una emisión de CO2 neutra con respecto al clima.

Si no se aprovecharan en hornos de cemento, los residuos no reciclables se destinarían a vertederos o a incineradoras, y producirían mayores emisiones de gases de efecto invernadero (en vertederos, la fermentación de la materia orgánica produce metano, un gas con un potencial de calentamiento 28 veces mayor que el del CO2).

Durante el año 2020 las fábricas de cemento de España han dejado de emitir 1.015.720 t emisiones de CO2 a la atmósfera por la valorización de combustibles alternativos. Esta cantidad es el equivalente a lo capturado por 174.372 hectáreas arboladas, equiparable a la superficie forestal arbolada de la Comunidad de La Rioja.